NO ES POSIBLE COMPRENDER el proceso histórico de un pueblo si se le aísla del ámbito geográfico en el cual se ha desarrollado a lo largo de los siglos. Cualquier asentamiento humano ha sido influido por las características físicas que lo rodean, de la misma manera que las acciones de los grupos sociales han incidido en el sistema ecológico del lugar habitado.
México es un país de fuertes contrastes culturales, sociales y económicos, de ahí que actualmente cobren especial importancia las historias regionales y locales.
También son tres los principales valles que se extienden en territorio tlaxcalteca. Uno es el de Pie Grande, en la región noroeste y como prolongación de los Llanos de Apan del vecino estado de Hidalgo. Otro, el valle de Huamantla, se ubica en el sureste de la entidad y continúa hacia la planicie poblana de San Juan de los Llanos. El tercero forma un gran triángulo en la región centro-sur-suroeste, y por él cruza lo más caudaloso de los ríos Zahuapan y Atoyac: es el valle de Nativitas, que forma parte del valle Puebla-Tlaxcala.
Otros elementos geográficos también han influido en el destino histórico de Tlaxcala.
Las grandes alturas sobre el nivel del mar y la latitud intertropical, determinan su clima.
El periodo de lluvias no rebasa los seis meses, y el resto del año las precipitaciones son eventuales y muy escasas.
En lo correspondiente al sistema hidrológico, Tlaxcala tiene una cuenca relevante y otras tres de mucha menor importancia, además de algunos vasos interiores que dan origen a reducidas lagunas y ciénegas. La cuenca principal está formada por los ríos Zahuapan y Atoyac.
Otras dos cuencas hidráulicas de menor importancia que la anterior se encuentran en la parte oriental y en el extremo occidental del estado. La primera forma una serie de arroyos de temporal que escurren por la falda noroeste de La Malinche y en cuyas riberas también se fundaron algunos pueblos desde la época prehispánica; después se establecieron otros, entre los que destaca Huamantla. Fue una zona donde se crearon igualmente numerosas haciendas y ranchos. La otra pequeña cuenca corresponde a la región de Calpulalpan.
No obstante todas estas corrientes de agua, Tlaxcala es pobre en recursos hidráulicos. El régimen pluviométrico es bajo y la mayoría de sus arroyos son de temporal, por lo que las sequías son intensas y frecuentes, excepto en el centro-sur-suroeste de la entidad. Para cubrir sus necesidades básicas y las de sus actividades agropecuarias, la población se ha visto obligada a trabajar duro para almacenar agua en jagüeyes, aljibes, presas o en pozos que a veces son muy profundos.
En cuanto a las características geográficas de Tlaxcala podría decirse en síntesis que el estado se divide en dos grandes regiones relativamente diferentes. La del norte, en la que se incluyen los extremos oriental y occidental de la entidad, y la del sur, formada por la parte centro-sur-suroeste. La primera es más extensa, pero con condiciones climáticas, hidrológicas y de suelos menos favorables para la agricultura; por eso ahí se asentaron menos pueblos de indios y más fincas rurales de grandes dimensiones. La segunda región ocupa menor superficie (un tercio del total), pero reúne mejores condiciones para la misma actividad, aunque no son del todo óptimas. De cualquier modo aquí se concentró la mayor parte de la población y de las actividades productivas, tanto agrícolas como industriales.